Mis intereses artísticos, expresivos, estéticos siempre estuvieron ligados al manejo preciso de la técnica, y a la armonía en la resolución compositiva, rescatando el concepto de belleza como parte constitutiva en el proceso de creación. Hace 6 años comencé a experimentar con la técnica del collage, dándole prioridad a esa búsqueda por sobre el dibujo, la pintura y la escultura. Sentía una necesidad interna de dejar testimonio de este tiempo histórico, utilizando y relacionándome con otro modo de expresión, con otro lenguaje artístico. En los collages trato de generar diálogos con el espectador, con la intención de denunciar las tragedias humanas; intento que las composiciones interpelen al espectador desde lo estético y lo discursivo, que lo inquieten, lo movilicen, y lo hagan replantear su lugar en la coyuntura política-social en la que vive. Son trabajos que invitan a la reflexión, a pensar, a cuestionar el sistema para poder desnaturalizarlo, desacralizarlo y a partir de ello comenzar a construir un nuevo relato donde la idea del cambio sea posible .Mis obras están compuestas por imágenes extraídas de diarios, revistas, suplementos que originalmente formaban parte del discurso legitimador de este sistema. Al descontextualizarlas, intento reinventarlas, resignificarlas, para que en una nueva organización compositiva estas sean portadoras de un nuevo discurso en el que se pueda ver y sentir la otra cara del espejo, aquella donde la tez no es pálida, la palabra no es occidental, la raíz no es europea.
Este nuevo lenguaje encierra un mensaje que no sólo cuestiona el orden actual, sino que frente a la ausencia de los grandes proyectos colectivos levanta las banderas de la justicia, la equidad, los derechos humanos, la defensa de la naturaleza, la multiculturalidad y la libertad.
En cuanto al proceso de elaboración de los collages, intento contraponer la crudeza e ironía del mensaje con la fragilidad del papel y las sutilezas en la factura compositiva.
Considero a toda expresión artística como muestra incuestionable de la esencia y de la libertad humana y es para mí la herramienta más importante para generar conciencia y dar batalla cultural. Me considero un artista político, y creo que los males que hoy nos aquejan como sociedad no se deben a la política sino a la ausencia de ella, estoy seguro que el arte comprometido puede paliar en cierto sentido esa ausencia.
Aún me conmueven muchas cosas, como la mirada de mi amor, Mariana, la sonrisa de mis hijos, Camilo y Juana , el abrazo eterno de mi amiga entrañable Amorina, con quién supimos desandar mágicos caminos allá por nuestro norte y el recuerdo; en cada momento de duda, del ejemplo de lucha, compromiso y amor que nos legaron nuestros 30000 compañeros desaparecidos. A ellos, eternamente, gracias.


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